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El despertador sonó sin remordimientos. Saqué mi brazo de entre las sábanas y lo apagué. Me puse bocarriba y froté mis ojos. Bostecé mientras me quitaba las sábanas e iba al baño.
Esta vez me vestí con un vestido azul cian con rayas horizontales negras y con unas medias transparentes. El escote del vestido dejaba ver mis hombros pero sin ninguna insinuación. Me puse las botas negras estilo vaqueras y me peiné.
Coloqué mi mochila en la entrada y entré en la cocina. Allí estaba papá tomando un café leyendo el periódico con… ¿el pijama?
-¿Papá?-Él me miró.
-Hoy voy a trabajar a partir de las diez.
-Eso es bueno.-Dije sonriendo.
-Sobre todo porque volveré más tarde.
-Eso ya es malo.-Mi padre sonrió.
-¡Eso es fantástico! Así podré descansar mejor antes de ir a trabajar.-Bebió un sorbo antes de seguir.-Igual de fantástico como el partido de ayer ¿eh?
-¡Sí!- 2-0 para nuestro equipo. No me sorprendió ver que mamá no estaba. La mayoría de las veces se iba antes de que yo me despertara. Llamaron al timbre. Le di un besito a papá y me fui por la puerta mientras recogía la mochila.
Todos los días iba con Vicky al instituto, con su madre.
-Cuéntame.-Me dijo una vez que entramos en el ascensor.
-Le dije hola y se desconectó.-Vicky suspiró.
-Lo mejor es que lo tienes en el Messenger.
-Sí. Pero tú, ni una sola palabra de esto.
-Soy una tumba.
-Antes de empezar la clase he de comunicar que tenemos una excursión cerca.-Sonaron susurros alterados mientras la señorita Carera apuntaba en la pizarra la hora, fecha y lugar. Era raro por no decir imposible que el colegio organizara una excursión tan pronto.-El próximo lunes.-Era miércoles.-Iremos al cine a ver la película que votéis.
-¿Te sientas conmigo en el autobús?-Me susurró Pau.
-Claro.-Me guiñó un ojo y volvió a mirar la pizarra. La señorita Carera escribió en la pizarra los tres títulos de las películas seleccionadas.
Salió una película romántica, para júbilo de las chicas y mío. Pero a mí lo que me importó fue la indiferencia de Zack hacia mí. Dios… me hice ilusiones… mi mayor error. No me dirigió su mirada durante las tres primeras horas. Sonó la campana del recreo y salimos disparados de clase.
-¡Baby!-Andreita me abrazó. Supe porque lo hizo.
-¡Felicidades!-Sonreí improvisando y disimulando el recuerdo de su día.
-Te has acordado.
-Claro.-Volvimos a abrazarnos.
-Uff… no me apetece ir al cine…-Refunfuñó Pho con su vocecita inocente.
-Sí, es muy aburrido.-Dino le sonrió mientras disimulaba su disgusto por la excursión.
-¡Chicas!-El grito de Andreita les silenció.-Nuevas noticias sobre el caso “Chico nuevo”.-Dijo mientras imitaba unas comillas con sus dedos.- Es de California y ya ha cumplido los dieciocho.
-¿Y cómo se llama?-Pregunté.
-A sí… Mmm… empezaba por “n”… ay, ¿cómo se llamaba?-Miró al cielo pensativa.
-¿Nate?-Dijo Lori.
-No.
-¿Norman?
-No.
-¿Nóscar?
-No.
-¿Natalio?-Dino alzó la voz. Todos sonreímos.
-¡NO!
-Bueno cuando venga lo sabremos.-Dijo Pho enseñando sus dientes tras una impecable sonrisa.
-El primer día de clase y ya estoy cansada.-Añadió Pau mientras suspiraba.
-Kim…-Dijo lentamente Andreita.-…mira disimuladamente hacia tu espalda…-Parecía paralizada. Vicky tiró ha posta un regaliz rojo que comía, lo señaló y me pidió disimuladamente que lo cogiera. Me giré poniéndome de cuclillas cogiendo lentamente el regaliz. Miré al frente. Dios… Zack me miraba serio, con aquella mirada intensa y brillante que contenían sus ojos negros. Tenía las manos metidas en los bolsillos de su pantalón gris. Su flequillo dejó entrever su ojo derecho. Los de su alrededor parecían no haberse percatado de la mirada. Mascaba algo. Una sensación extraña invadió mi cuerpo provocándome un ligero y suave escalofrío. Se dio la vuelta y caminó hacia el interior de la escuela mientras los demás le seguían como perros falderos. Respiré profundamente mientras me percataba de que respiraba. Me levanté y giré mi cuerpo hacia mis amigos quienes me miraban incrédulos.
-Te… ha… mirado… ¡Otra vez!-Pau estaba eufórica. Me abrazó fuertemente. Observé a Lori que miraba hacia otro lado demasiado serio.
-Eras la reina Kim.-Añadió Vicky mientras cogía el regaliz de mi mano paralizada.-Tú mandas.-Sonreí nerviosa, de oreja a oreja llena de hormiguitas inquietas que acariciaban mi corazón y que bailaba al son de los segundos en que mi mente recreaba lo que acababa de ocurrir.
-Soy vuestra profesora de filosofía, Vera Guariam. Antes de cualquier cosa, pasaré lista.-Era chiquitita, algo entrada en años y vestida con una falda larga de florecillas.
-Mexicana.-Me susurró Pau.
-Oh.-Le sonreí amablemente.
Tras pasar lista, la señorita Guariam empezó a contarnos una larga historia sobre la filosofía. Mientras, pasábamos el rato haciendo tonterías y hablando. En eso Pau era la mejor. Era idónea para las tonterías y para hablar, un as.
-Pau…-Susurré. Ella me miró enseguida. Me aseguré de que ni Lori ni Dino me miraban, ¡como lo iban a hacer si estaban viendo una revista de las suyas!-Si te lo cuento, ¿me prometes que me ayudarás y no se lo contarás a nadie?
-Claro.-Confiaba en ella.
-Ayer, me agregó al Messenger Zack.-Pau miró a Zachary mientras abría la boca.-Esto solo lo sabe Vicky, pero quiero que tú seas la que me ayude.-Pau sonrió eufórica. Todo esto le gustaba y más con lo bien que nos llevábamos.
-Cuenta conmigo.
-Bien, ¿puedes venir a comer a mi casa y hablamos?
-Tendré que preguntárselo a mi madre, tu sabes… al final me dirá que sí. Al salir la llamaré.
Sonó el timbre. La señorita Guariam se quedó con la palabra en la boca cuando oyó el cambio de clase y solo dijo una breve frase:
-Bien, mañana seguiré explicando.-Tras esto se fue tranquilamente por la puerta. Teníamos apenas cinco minutos para la libertad. Pau cogió rápidamente el móvil y lo encendió.
-Vigila.-Le dijo a Lori que permanecía sentado al lado de la ventana. Pau me miró y sonrió.-No puedo esperar tanto.- Esperó con el teléfono en la oreja.- ¿Mamá? Hola, estoy en el cambio de clase así que voy a ser breve… ¿puedo ir a comer a casa de Kim?-Pau se mordía las uñas mientras escuchaba atenta las palabras de su madre.-Bueno, pregúntaselo. Vale.-Pau me miró.-Se lo va a preguntar a tu madre.-Asentí. Las dos trabajaban en el mismo sitio, enfermeras. Eran muy amigas cuando aún no habían conocido a sus futuros maridos y por lo tanto antes de que nosotras naciéramos. Digamos que ambas estábamos unidas por un lazo “maternal-amistad” de nuestras familias.-Vale, gracias mamá. Si, de acuerdo, se lo diré. Vale, adiós.-Guardó el teléfono rápidamente.-Me ha dicho que sí. ¡Ah! Y que ni tu padre ni tu madre podrán ir a comer, así que ¡pedimos!-Vaya planes que habíamos obtenido en escasos minutos.
-¿Unas pizzas?
-Claro.
-¡Pau!-Lori señaló por la ventana al profesor que se acercaba a nuestra clase. Pau le sonrió y asintió.
Llamaron a la puerta. Me fui del salón donde estábamos Pau y yo viendo un álbum de fotos de cuando éramos pequeñas y fui a abrir.
-Aquí tiene.-El pizzero me sonrió mientras sacaba el billete para pagarle.
-Gracias.-Era un chico joven de mi misma edad… pero no era mi tipo. Mientras cerraba la puerta me siguió observando. Corrí hacia el salón.- ¡Aquí está!-Pau dio unas palmadas sonriendo y me ayudó a poner la pizza en la mesita de cristal del salón.-Voy a por unas tijeras.-Observé la puerta que llevaba al pasillo donde estaban las habitaciones y tuve un presentimiento.- ¡Pau!
-¿Si?
-¡Vamos a comer en mi cuarto, hay que comenzar a tramar un plan!-Oí el grito eufórico de Pau. Entró en la cocina con la pizza y con una sonrisa en el rostro.-Yo llevo los vasos.
Entramos en mi cuarto. Encendí el ordenador para después ponerlo en mi cama donde Pau y yo nos sentamos junto a la pizza. Mientras comíamos ponía mi contraseña y abría el Messenger.
-Mira.-El ratón señaló un nombre: “Zack”.
-Dios mío Kim… éste quiere algo contigo.-Empezamos a reírnos con aquella risita floja de avergonzada.- ¿Cuándo se conectó ayer?
-Sobre las nueve y media…
-¿No viste el partido?-Ella también los veía.
-Después, cuando mi padre volvió.
-¿Y qué paso?
-Quedaron 0-0.
-¡Me refiero al tema “Zack te agrega”!
-Le acepté y le dije “hola” y tal cual se desconectó.
-Que tío… pero merece la pena.
-¡Sí!
-Mientras se conecta, vamos a tramar cosas malvadas.-Pau entornó los ojos mientras miraba de un lado a otro. Le sonreí.-Si te vuelve a mirar… le guiñas el ojo.
-¡Pau!
-¡Hazlo!
-De acuerdo, pero no sé si seré capaz de hacerlo cuando se presente la oportunidad.
-Ni tú ni ninguna.-Reímos de nuevo.-En clase deberías de insinuarte…
-¿Poniéndome escote? Ni lo sueñes.
-No, pero estaría bien…-Ninguna de las dos éramos de ponernos atrevidas. Nos gustaba más lo tapadito y calentito.
-Podría “chocarme” con él.
-¡Sí! Pero… al lado están sus sabuesos protegiéndole…
-Si…
-¿Qué te parece… ponerte un perfume que huela bien y pasar junto a él?
-Mmm… no estaría mal.
-A ver, ¿cuáles tienes?-Entré en mi cuarto de baño y cogí los cuatro botecitos de colonia-la mayoría suvenires- y los tiré con cuidado en la cama.
-Coco, fresa, vainilla y otro de fresa.
-¡Vainilla!-Lo cogió rápidamente y lo observó.-Este le gustará.-Se echó un poco y lo olió mientras cerraba los ojos.-Mmm… me encanta…
-Me lo compré en…-El sonido del Messenger nos distrajo. En la esquina de la pantalla observamos un cuadradito que ponía: “Zack se ha conectado”. Nos miramos nerviosas y cliqueé dos veces seguidas el cuadradito. Me salió una ventana de conversación. Suspiramos.
“Kim dice:
¡Hola!”
Esperamos silenciosas a su respuesta. Nuestro corazón comenzó a latir con fuerza-al menos el mío- Sabía que tarde o temprano se me saldría de mi cuerpo… pero se desconectó.
-¡Mierda!-Pau dio un golpe en la cama.
-¿Ves?
-¡¿Cómo puede ser tan idiota?!-Pau parecía furiosa.
-Pau…
-Tienes razón… es Zack.-Suspiró.-Lo siento, lo siento, lo siento.-Dijo mientras se acercaba a la pantalla donde aparecía la conversación. Reí mientras observaba la escena.-No quería decirte eso, lo siento… ¡LO SIENTO!-Gritó.
-¡Pau que tengo vecinos!-Dije entre risas. Pau también comenzó a reírse, unas carcajadas que nos provocaron dolor de tripa. Pasamos toda la tarde planeando mis encuentros con Zack, imaginándonos nuestra vida como esposas de él y alguna que otra excentricidad. Pero sobretodo hubo risas de todo tipo: floja, silenciosa, fuerte… todas igual de divertidas. Incluso me eligió la ropa… primero con conjuntos horteras mientras bromeábamos y después con seriedad, hasta elegir el conjunto perfecto… ¡y lo encontramos! Consistía en una camiseta larga y rosa con los hombros al descubierto, unos pantalones negro “pitillo” y unos zapatos con una leve plataforma. Simple pero perfecto.
-¡Pau, vamos!-Refunfuñó su madre. Andamos hacia la entrada donde mi madre y Sara Levinski charlaban sobre algún asunto materno.
-Hola Sara.-Le di dos besitos a la madre de Pau.
-Hola Kim, ¿os lo habéis pasado bien?-Nos miramos y reímos.-Pues claro que si…
-¿Para qué preguntas Sara?-Bufó mi madre. En ese momento entró mi padre.
-¡Anda, la familia al completo!
-¡Papá!
-Hola John, he venido a recoger a esta enana.-Dijo Sara mientras abrazaba a Pau.
-Mejor que te la lleves pronto o mi hija me convencerá para que la deje quedarse a dormir.-Como siempre, papá el bufón.
-Sí, mejor que sí.-Contestó Sara entre risas.-Bueno, ya nos veremos mañana en el trabajo, Shana.-Dio dos besos a mi madre.-John.-A mi padre.-Kim.-A mí.-Adiós a todos.-Pau y Sara se fueron.
-¿Qué habéis hecho?
-¡Mamá!
-Vale, vale…-Dijo mi madre mientras se dirigía a la cocina.
Nuevo día. Nuevo sol. Nueva oportunidad para tener a Zack más cerca. Y nuevo despertar aburrido…
Apagué el despertador de un golpe rápido y seco. Lo maldecía entre susurros e hice lo de siempre: levantarme, estirarme, ducharme, vestirme-con el conjunto perfecto- poner la mochila en la entrada y desayunar. Mi padre entraba hoy tarde-como casi todos los días- así que me llevó en su coche. La primera a la que encontré fue a Andreita, que con el grito de “¡Baby!” me abrazó.
-¿Qué tal?
-Algo nerviosa.- Se notaba en sus manos.
-¿Qué ocurre?-Me extrañé un poco. Suspiró mientras miraba a su alrededor.
-¿Sabes quién me gusta, no?
-¿Zack?
-A parte.
-Mmm… Cheba.-Dije al azar.
-Tengo motivos para creer que a él también le gusto…-Se me hizo un nudo en la garganta.
-¿Cheba?
-Así que hoy intentaré decirle que…
-¿Cheba te gusta?-Se cruzó de brazos arrugando sus labios.
-Creí que lo sabías… ¿no notas como me mira?
-Nunca me había fijado. Si te digo la verdad hacéis buena pareja.-Mentí descaradamente con el fin de subirle la autoestima. Cheba era alto, moreno, tímido, trabajador… y ella era bajita, blanca, un poco extrovertida y muy poco responsable en los estudios… ¿me equivocaba al afirmar la poco concordancia que poseían?-¿Y desde cuando te gusta?
-Desde el verano, estábamos todo el día juntos ¡qué pena que te perdiste el viaje a Mallorca!-Como si no me lo pudieran restregar más, Andreita gritó aquella repetida frase.
Ya…-Hice un amago de sonrisa.- ¿Y has pensado en cómo se lo vas a decir?
-No… pero mi espontaneidad me ayudará, además… si tú te quedas con Zack yo también quiero tener un ranking en las parejas del curso. Aunque sin duda tú y Zack encabezaríais el Top Ten.-No pude evitar sonreír.- Además después de que Zack, mi futuro marido, me traicionara…-Bufó Andreita. Abrí los ojos de par en par cuando vi pasar a Vivi por nuestro lado, mirándonos.
-Andreita…
-¿Qué?-Arrugó el entrecejo.
-Vivi te ha escuchado.-Andrea se llevó lentamente la mano a su boca.
-¡No!-Miró hacia el árbol “El Enano” donde el grupo de Zack-inclusive- escuchaban atentamente a Vivi que nos miraba de reojos.- ¡No Kim, dime que no es verdad!
-¡No lo es!
-¡Mientes!-Andreita se giró hacia mi nerviosa. Observé a Zack que tras escuchar a Vivi, arrugó la nariz.-Estoy en la lista…-Susurró Andreita mientras entrábamos en el colegio e intentaba consolarla.
-Kim.-Me susurró Pau mientras la profesora de primera hora nos explicaba los planes del curso.
-Dime.
-¿Quién se ha enterado de que Andreita llamaba a Zack “futuro marido”?-Vivi conseguía propagar los cotilleos de una forma…
-Vivi.
-Idiota. Pobre Andreita.
-Otra a la lista.-Añadió Dino. Me entristecí al pensar en ello. Esa lista era lo que más odiaban las admiradoras de Zack. En ella estaban las chicas que no le gustaban a Zachary y en un solo día se sabía quien había entrado. Todas nos sabíamos la lista de memoria, así las que quedábamos íbamos subiendo peldaños hasta que solo quedara una… la elegida. Ninguna amiga mía- hasta ahora-ha entrado en esa lista… si no se cuenta René. Me acuerdo de ella, la primera chica que decidió declararse. Pobrecilla… al día siguiente todos-repito, TODOS- sabían que estaba en la lista. A la semana, nos comunicaron que René había cambiado de colegio y nunca se supo más de ella-que dramático-Eso era la lista…
-¿Me pregunto quién será la afortunada que quede en pie?
-¿Te digo mi opinión?-Dijo Lori. Pau asintió.-Vicky.
-¡No, que dices es Kim!-Me puse roja.
-¡Qué dices Dino!
-¡Lo que oyes!-Todo esto en susurros.- ¿O acaso no has visto como la mira?
-Es a la primera chica que le dirige la mirada y que…-Le miré apretando mis labios en un amago de llamarle la atención.-Lo dicho.-Iba a decir lo del Messenger… cotorra…
-Bah.-Era la palabra preferida de Lori en estos casos.
-Habrá que apoyar a Andreita…-Enseguida me acordé de las intenciones de ella.- ¿En qué clase está Cheba?
-En el B… ¿por?-Miré a Lori.
-Es que…-Me acerqué a ellos.- ¿Sabéis que a Andreita le gusta Cheba? Es que me ha contado que se iba a declarar.
-¡ALELUYA!-Se escuchó en toda la clase.
-¿Petrori?-Todos se volvieron hacia él mirándolo con la sonrisa en sus rostros.- ¿Le pasa algo?
-No señorita…
-Dino…-Murmuró Pau en voz queda.
-Entonces, ¿Se puede saber por qué ha gritado eso?
-No señorita…
-¿No qué?
-No se puede saber…-Todos rieron provocando la resonancia en el resto de clases contiguas a la nuestra. Claramente tenía que incluirme en ese grupo de gente que le reía cualquier gracia a Dino Petrori. Sin embargo paré en seco cuando fijé mis ojos en Zack que me miraba de reojo, por encima de su hombro.
Es la primera vez que leo tu libro, y, bueno, sólo llevo quince minutos leyendo y ya voy por el capítulo tres :D ¡Engancha muchísimo! Es increíble, de verdad :)
DIOOOS! Simplemente PERFECTO. Como me encanta tu libroo!!!!! quiero saber que pasará con Zack-Kim y Andreita-Cheba *__________________*