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Capítulo 2 (Libro 3)



Por fin fue viernes. Me levanté más feliz que nunca y rebosante de energía. Incluso me desperté antes de que tocara el despertador. Cuándo éste saltó, Lola chasqueó la lengua molesta. Por supuesto su despertar no fue tan energético como el mío.
-¿Ya estas levantada?-preguntó con la voz ronca de cada mañana. Asentí sonriente mientras me vestía con un pantalón vaquero y gris- por cierto…


-¡Felicidades!-gritó Pau en medio del pasillo.
-Gracias-no podía dejar de sonreír y no era para menos pues ya había cumplido la mayoría de edad por lo que mi libertad ya estaba algo más ancha que antes.
-Que envidia me das-añadió mordiéndose el labio-mis padres me han prometido darme una tarjeta de crédito cuando los cumpla.
-Pues ya puedes estar esperando hasta agosto-bufó Lori.
-Pues sinceramente no sé si mis padres me van a regalar algo…
-Supongo que algo tendrá que ver la cena, tú ya me entiendes- me guiñó el ojo mientras me daba suaves codazos.
-Por cierto Kim-interrumpió Lori- me dijo Nathaniel que él se apuntaba, no creo que te moleste, ¿no?-me puse aún más eufórica de forma que no pude evitar la risa floja.
-Para nada Lori.
-¡Aquí tienes mi regalo!-gritó Andreita por detrás.
-Oh no tenías que…
-¡Ábrelo!-cogí y acepté el regalo envuelto con un papel dorado que como siempre atrae más que él propio regalo. Lo abrí cuidadosamente para no romper el papel –aunque es curioso que siempre se rompe en el sitio menos esperado- ¿Te gusta?
-Me encanta-era el libro que precisamente me había comprado en verano y Pau lo sabía y por eso no paraba de reírse por lo bajo.
-He escuchado hablar muy bien de él y como a ti te gustaba la lectura…
-Gracias Andreita-la abracé y le sonreí.
-Espero que te lo leas, al menos en la biblioteca-por suerte sonó el timbre justo a tiempo cuando me disponía a pensar algo para poder devolverlo…
…Sin embargo, el rostro de Lori lo decía todo. Miraba al frente con el entrecejo fruncido y con los labios muy separados. Incluso un profesor que andaba a un ritmo acelerado para llegar a tiempo a clase se detuvo en seco y contempló la pared. También el grupito de niñas de al lado hizo gestos de asombro. Me dispuse a observar cuando un compañero gritó “¡Eh, mirar allí!”. Parecía todo normal en la pared.
-Kim…-susurró Phoebe al sujetarme el brazo. Nos miramos y volví a fijarme en la pared. Abrí los ojos cuando descubrí lo que ocurría. Unas líneas perfectas desgarraban delante de nuestros ojos la pared atravesando sin distinguir el corcho marrón lleno de papeles, los cuales, se partieron por la mitad o a cachos desiguales. Pronto diferenciamos letras. Una “e”… Otra “l”.
-¡Dispersaos!-gritó el director que corría por el pasillo junto con dos alumnas del curso. Lo miramos sin saber si estar asustados o eufóricos por la idea de perder clases- ¿qué ocurre?
-No sé… no parece que ningún alumno esté haciéndolo- el director de cabellos canosos alzó su brazo para tocar una de las letras ya formadas. La apartó al instante.
-Queman…- susurró y se volvió hacia nosotros ya que todo el curso estaba pendiente de lo que ocurría y, por tanto, las clases estaban vacías- ¡está bien todo el mundo a clase!
-¡Aún sigue!- vociferó Pau señalando la vocal “o” con el dedo. Phoebe apretó más mi brazo y yo me sujeté más a ella. Podía leerse claramente “El último…”. Estaba claro que este tema nos concernía a nosotras. De súbito, la frase emergió lentamente de la pared. “… debe de ser nombrado” Aguanté la respiración unos segundos.
-Kim… dios mío, Kim…- espontáneamente y como si se tratara de cualquier thriller, las luces del pasillo se apagaron dejándonos por completo en penumbras. Los gritos se sucedieron.
-¡Abrid las persianas!-gritó el director. Pero era imposible visualizarlas a través de la oscuridad. Se escuchó las puertas de las clases cerrarse de golpe, provocando un fuerte sonido y seco.
Algo me sujetó del brazo con fuerza y sin darme cuenta, Phoebe ya no estaba sujetándome. Sentí su aliento en mi lóbulo derecho y atisbé su sonrisa en mi mente.
-Volvemos a vernos Hilthom…-susurró.
-Demetrius suéltame-colocó con violencia mi brazo en mi espalda para que incitara el dolor. Mordí con fuerza para evitar un grito. Escuchaba, no obstante, los gritos de alumnos y profesores a mí alrededor, pero nadie me podía tocar ni oír.
-Última oportunidad mi endeble Kimberley-noté la prolongación de sus labios- dime quién es el último.
-Jamás- me empujó con fanatismo hasta golpear mi espalda contra la pared. No pude evitar un grito. Entonces pude ver su rostro de ojos rojos y profundos y su cabello castaño alborotado. Sus alas esqueléticas y negras ondeaban lentamente.
-¿Estás segura de que no me lo vas a decir?- cerré los ojos intentando calmarme y pensar en que cuando los abriera estaría segura en mi cuarto- se acabó el tiempo, tú serás la culpable de un catastrófico accidente y después no podrás soportar el dolor y me lo dirás… suplicándome- me abalancé con fuerza hacia su cuerpo el cual, se apartó unos centímetros de mí. Frunció el ceño, pero antes de que ninguno pudiera reaccionar, se encendieron de nuevo las luces y él, ya había desaparecido. Mis ojos seguían fijos y mis oídos proferían un chillido que me impedía escuchar hasta que Phoebe me tocó el brazo.
-Kimberley-susurró intentando devolverme a la realidad- ¿estás bien?- la miré.
-Phoebe he…
-¡Todo el mundo a sus respectivas clases!-vociferaron todos los profesores presentes.
-Phoebe ha sido Demetrius y…
-Hilthom, Fox, tenéis que entrar en clase.
-Profesor…
-¡Ya!-me separé de ella y caminé hacia mi clase a pesar de que mis piernas casi no me respondían. Miré la pared donde antes estaba escrito “El último debe ser nombrado” y donde ahora solo había una perfecta y limpia pared y un corcho lleno de papeles.   
 

-Como Zack pise mi casa prometo…
-John…-murmuró mamá intentando calmarle-no seas tan radical, tu hija ya tiene dieciocho años.
-Tranquilo papá, estaré sola con Lola.
-Eso espero-a pesar de todo sonrió y me besó en la frente-felicidades mi niña- le abracé fuertemente y lo dejé ir.
-Kim no provoques la ira de papá-mamá sonrió y cerró la puerta tras de sí.
-¿Ya se han ido?-preguntó Lola cuando entré en el salón.
-Se acaban de ir-me senté al lado de ella y fingí mirar el reality. Sacó de su bolsillo el móvil y comenzó a teclear- ¿qué haces?
-No pienso quedarme aburrida y encerrada aquí.
-¿A quién llamas?-no me contestó. Le cogí el teléfono con violencia y miré el número que estaba intentando marcar.
-¡Dámelo!- lo alcé y lo balanceé para que no pudiera arrebatármelo.
-¿A quién llamabas?- se paró en seco.
-A Amon, ¿contenta?- alzó el brazo para poder cogerlo sin embargo, lo aparté-ya te he dicho a quién llamaba, devuélvemelo- miré la pantalla donde observaba su nombre y número. Pulsé sin que Lola lo pudiera ver el botón de “Borrar”
-Toma-susurré entregándoselo. Me levanté dispuesta a irme a mi cuarto cuando Lola sollozó.
-¡¿Qué has hecho?!-seguí mi camino- ¡KIMBERLEY HILTHOM TE ODIO!

-No tiene por qué enterarse de dónde estás-susurró Zack.
-¿Seguro? Si se entera no tardará en chivarse a mis padres-tiré el cojín que acariciaba con mis manos al suelo- ¿o a caso no la has escuchado?- Zack se sentó a mi lado, en mi cama.
-Hay dos opciones pues-se mordió el labio en un amago de hacerse el interesante para después continuar-la primera consiste en darle un buen somnífero, aunque quizás no volvería a despertase…o, la otra opción es darle una contraoferta que seguramente disipará todo enfado- le miré recelosa a los ojos intentado desvelar que compensación tenía en mente.
-¿Qué clase de contraoferta?
-Bueno…-miró hacia otro lado e inhaló de forma desinteresada-… sé de un apuesto amigo mío el cual no pasó inadvertido para ella-finalmente enarcó una ceja dando por sentado el nombre de dicho joven. Tragué saliva disimuladamente intentando tramar una excusa que evitara que Amon y Lola se vieran a solas.
-Ten en cuenta que sus padres no quieren que me separe de ella…-soltó una breve carcajada y se acercó a mi rostro para que mostrara todas mis intenciones.
-Francamente eso no te importaba antes ni te importa ahora-se recostó en la cama colocando sus brazos detrás de la cabeza, bocarriba. Yo, por mi parte, me tumbé boca abajo utilizando mis codos como apoyo.
-Sí que me importa…-murmuré lo más suavemente posible. Él cerró sus ojos sonriendo –aunque lo notaba decepcionado- para luego mirarme y acariciar el cristalito que caía de la pulsera de mi brazo izquierdo.
-¿Qué te preocupa Kimberley?- fijó sus ojos en el cristal. Miré hacia otro lado preocupada por el tono con que me lo había preguntado. No tuve más remedio que comportarme como una novia cariñosa. Volví mi mirada hacia la suya y le sonreí con la tentativa de tranquilizar su preocupación ante las inseguridades de una humana. Acaricié su rostro con mi izquierda y, cerrando los ojos suavemente, lo besé de forma tierna como lo haría una novia más experimentada y menos seria. Como esperaba, no me lo rechazó. Sin duda pensaría que ésta era la primera vez que le besaba por mi cuenta y que por tanto, mis preocupaciones no tenían ninguna relación con él. Me aparté a tan solo unos centímetros de su rostro. Sus dedos acariciaban mis muñecas suavemente de forma sincronizada.
Pero de improviso, Lola abrió la puerta de una manera ruidosa y violenta. No me dio tiempo de apartarme de Zack cuando se detuvo ante la cama y nos miró apartando sus lágrimas de sus mejillas.
-Lola…
-¿Cómo has entrado?-preguntó con tono estridente. Zack se incorporó lentamente, sonriendo, en un intento de hacer rabiar más a mi prima.
-Por la puerta.-contestó “a sangre fría”. Esto provocó una sonrisilla malévola en el rostro de Lola.
-Seguro que a tu padre le encantará saber que estabais haciendo-me apresuré a suplicarle clemencia cuando Zack chasqueó la lengua emitiendo un tono entristecido.
-En ese caso tendré que avisar a Amon de que no irás…-cogió el móvil de forma pausada mientras se apoyaba en el soporte de madera de la litera. A Lola se le cambió la cara.
-¿Amon me está esperando?
-Naturalmente, pero Kimberley me dijo que estabas enfadada y…
-¡Pero aún me tengo que cambiar!-corrió hacia el armario agobiada, tirando con fuerza las perchas para ver más claramente la ropa.
-Supongo que os tendré que esperar fuera…-añadió Zack tras comprobar lo entusiasmada que estaba Lola-de paso voy a llamar a Amon.-Tras susurrarme, me besó en la mejilla y salió cerrando tras de sí la puerta. Mordí mi labio inferior pensando en cómo iba a arreglármelas para que Amon no descubriera lo que Lola escondía.

2 Responses so far.

  1. Almu says:

    Me encantó el capi*-*
    Por cierto, te he nominado a un premio en mi blog, pásate para recogerlo y así te enteras de que tienes que hacer:)Está aquí:
    http://quedateconmigosiempre.blogspot.com/
    Besos.

  2. ... says:

    :O QUE FUERTE . QUE FUERTEEEEEEEEEE . Simplemente estoy enganchada . Lo de demetrius me ha dejado en estado de sock ¬¬ sucio mamon descerebrado (perdon me he emocionado) :O T_T la escena de zack y kim fue tan mona pero sin duda prefiero mil veces a Nath ,D jajajjaja con lo de andreita me parti de risa ;D y para mi que zack ya sospecha algo ¬¬ no me fio y no me cae bien ¬¬
    Lo de Amon y Lola es preocupante asi que espero que Kim pueda controlarlo ,D besos ,D

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