-Dios…-Fue lo único que dijo Pau al ver a Dino riéndose a carcajadas con Demetrius y Amos. Pho estaba totalmente desconcertada mientras Lori y Cheba enarcaban una ceja. Vicky estaba riéndose nerviosa por la presencia de Zack entre Dino y los otros dos.
-Pho, corre acércate y habla con Zack.-Los ojos de Pau brillaron.
-Hola chicas, chicos…-El rostro de Andreita apareció detrás nuestra, más pálida y con las mejillas rojizas… había llorado mucho. Mantenía con una mano su mochila y sus vestimentas indicaban descuido.
-Te echábamos ya de menos Andrew.-Pau rodeó su cuello con el brazo intentando aparentar que no había pasado nada.
-Esta tarde todos vamos al centro comercial. Cheba y yo solo estaremos para acompañaros, ¿te apetece venir?-Andreita negó con la cabeza lentamente mientras Lori pretendía esbozar una sonrisa cariñosa.
-No estoy con ánimo para eso.
-Anímate Andrew.- Susurró Pau con su característica sonrisa.- ¿qué vas a hacer en tu casa, amargarte?
-Andreita…-Me daba lástima verla.-Tampoco es para tanto, ¿vale? Tranquilízate.
-Kim.-Me miró con resentimiento.-Ese era el hombre de mi vida.-Pronunció lentamente cada palabra.-Claro que a ti no te importa… ¿ya no te mira?-Enarcó una ceja.-¿Como puedes pensar que él se ha fijado en ti?-Todos nos quedamos en silencio.
-Andrea…-Susurré. Chocaron nuestros hombros cuando ella caminó hacia la puerta del instituto.
-Así se quedará sola.-Dijo Pau aliviando el vacio que ahora sentía dentro de mí.- Tranquila Kim.-Dino se acercó después de despedirse de sus nuevos amigos.
-Hola.-Pau puso sus brazos en jarra.
-¿Te parece bonito?-Dino se encogió de hombros.- ¿Cómo puedes…?
-Oye, me caen bien.-Rodeó con su brazo la cadera de Pho.- ¿Te vienes al parque con nosotros esta tarde?-Phoebe abrió los ojos de par en par mientras lo miraba incrédula.
-¿Con ellos?-Dijo señalándonos. Dino rió y negó.
-Con ellos.-Su dedo índice señaló al grupito de Zack.
-No conozco a nadie…
-A mí sí.
-No, yo ya no te conozco.-Se apartó bruscamente y se acercó a mí.
-Ey, ¿qué te ocurre?
-Pues que yo solo salgo con gente que yo conozco.
-Está bien, pero no te enfades, ¿vale? Iremos solo tú y yo.-Pho sonrió y abrazó a Dino. Lori los miró receloso mientras Cheba y Vicky se iban hacia las puertas del instituto.
-Vámonos, chicos.
-Tenemos que hacer una lista de lo que nos vamos a llevar.-Me susurró Pau mientras el señor Louis nos daba un repaso sobre las oraciones.
-Solo vamos a ir al cine.-Sonreí.
-¿Solo? Kim, allí va a estar Zack…-La miré y asentí, pero no se me podía quitar de la cabeza la reacción de Andreita… ¿qué le ocurría? Sabía perfectamente que esta noche no iba a poder dormir… la primera vez que me peleé con Vicky no pude conciliar el sueño hasta que nos perdonamos y nunca más he vuelto a pelearme con nadie… pero Andreita…-Kim…
-Dime.-Murmuré.
-¿Te has traído dinero para las compras?-Me paralicé.-Lo sabía.-Pau sonrió.-Te invito.
Al sonar la campana miré el reloj de París rojo que llevaba en mi muñeca y suspiré al concienciarme de que había terminado solo la primera clase, tenía ganas de salir y hablar con Andreita… apoyé mi cabeza en mi mano mientras miraba alrededor pero algo me sobresaltó cuando comencé a escuchar desde mi sitio al grupito de Zack-él inclusive- Pau, Lori y Dino estaban tan atentos como yo.
-Esa tal Andrea es un bebé.-La risa de Vivian retumbó en la clase.
-Ni que lo digas.-Zack los miraba y reía pero no hablaba… era callado cuando no tenía ganas de hablar, un chico inteligente además de otras muchas cualidades.
-Eras su futuro marido.-Imitó Vivian mientras Zack le sonreía con aquella sonrisa pícara llena de furor. Miré a Pau que los miraba molesta al igual que Lori.
-Voy a hablar con ellos.-Susurré. Pau me miró.
-No lo hagas o irás derechita a la lista negra.
-Me da igual, Andreita me importa y no pienso quedarme callada cuando se burlan de ella.-Me levanté decidida. A medida que me acercaba a ellos mi interior deseaba marcharse corriendo de allí. Justo al lado de Zack tragué saliva, cuando todo su grupo me miró.
-Emm… oye…-Tartamudeaba y todo por la mirada de Zack, aquella de ojos negros y oscuros que te paralizaba. Miles de hormiguitas recorrieron mi estómago y comencé a pensar en las consecuencias de pertenecer a la lista negra.-Os importa… quiero decir… me gustaría que no hablaseis de esa manera de Andrea.-Lo dije corriendo y nerviosa. Vivian rió.
-Mira, niña, nosotros…
-Cállate.-Le contestó Zack. Aquella voz inundó todas mis entrañas. Zack miró a Vivi que fruncía el ceño. Luego dirigió su mirada hacia mis ojos.
-Al menos en mi presencia.-Me apresuré a decir.
-Está bien, no volveremos a nombrarla.- Me sonrió. Sentí como todas las chicas de mí alrededor me miraban celosas. Tartamudeé para finalmente asentir e irme a mi asiento.
-Kim… lo hiciste.-Lori parecía estupefacto.
-Eres la mejor.-Me susurró Pau.
-Me puse demasiado nerviosa… el lunes estaré en su lista.
Salí corriendo de la clase sin esperar ni a Pau ni a los chicos y me dirigí a la clase de Andreita. Salían sus compañeros de clase, uno por uno y de dos en dos. Miré a través de sus compañeros para poder advertirla… y lo conseguí. Al verme apartó la vista e intentó evitarme. Sin embargo me puse inmediatamente frente a ella.
-Andreita.
-Déjame.
-No, he hablado con Zack y no se burlarán más de ti.-Se paró en seco y frunció el ceño llena de ira.
-¿Te doy lástima verdad?
-No…
-No necesitaba tu caridad Kim, eres la peor amiga…-Me encogí de hombros cuando Andreita se marchó enfurecida, ¿qué había hecho en tan poco tiempo?
-Anímate Kim.-Vicky me abrazó por la espalda. Estábamos en la biblioteca, en la mesa donde ayer Dino me dejó tirada, solo que hoy si estaba con nosotros. Pau y Lori se sentaron a mis lados y Vicky, tras darme el abrazo, se sentó en frente junto a Pho, Cheba y Dino.
-Como puede ser así.-Añadió Cheba.
-Se va a quedar sin amigos son esa actitud. Ella sabe que nosotros estaremos siempre con Kim.-Lori me miró sonriendo, él era el que más me ayudaba cuando estaba triste o deprimida… deseaba quererlo como él a mí. En ese momento entró por la puerta Andreita con dos libros entre los brazos y el rostro serio. Nos miró a todos y giró rápidamente el rostro para sentarse en una mesa donde dos amigas conversaban. Se sentó ahí, sola, lejos de nosotros. Empecé a sospechar… ella es bastante fantasiosa y llena de historias irrealistas, en las que el chico se enamora de la joven triste y marginada… Negué con la cabeza como muestra de mis pensamientos. Estaba claro, ella creía que Zack se iba a fijar en ella ahora que estaba sola, la consolaría, la miraría y besaría, pero eso solo ocurría en los cuentos de hadas y en la mente de Andreita. En ese momento deseé que Zack la escarmentara, que le dijera personalmente que no le gustaba y que jamás le gustaría… pero cerré los ojos y me concentré en el libro de lengua.
Entraron los “nuevos amigos de Dino”, Demetrius, Vivian, Amos y Zack junto a otros cuatro perros falderos. Pasaron al lado de la bibliotecaria con aires de superioridad y llenos de orgullo. Cuando pasaron por nuestra mesa saludaron a Dino-Zack solo le miró- para luego evitarnos a todos. Zack pasó por delante de Andreita que de improviso su rostro se convirtió en amargura y lo miró directamente a los ojos. Zack ni la miró-¡Bien!- Andreita frunció el ceño y apoyó sus codos en la mesa. Sonreí para mí llena de alivio.
-Ahora vuelvo, ¿vale?-Nos dijo Dino. Bueno, más que a nosotros se refirió a Pho pero todos asentimos. Dino se dirigió a la mesa de sus “nuevos amigos” y comenzó a hablarles con una sonrisa en su rostro.
-No lo veremos por aquí hasta dentro de unas horas.-Suspiró Cheba. Pho nos miró a todos y agachó la cabeza, algo la preocupaba[MSOFFICE1] .
Salimos de la biblioteca a las seis y media. Pho salió sin Dino. Tenía la mirada perdida y parecía muy preocupada. Me acerqué a ella mientras Pau bromeaba con Vicky, Cheba y Lori.
-¿Qué te ocurre?-Pho me miró.
-A ti te lo puedo decir.-Suspiró.-Dino está muy raro desde que se habla con los de Zack… lleva días sin hacerme caso, ni siquiera me llama y eso que no me gusta que lo haga… estoy pensando en…
-¡No Pho, no puedes cortar con él, lleváis dos años saliendo y no puedes hacerlo!- Pho me miró para luego bajar la mirada. Hacía un poco de frío por lo que se abrazó mientras suspiraba.
-Tienes razón…
-Lo que tienes que hacer es hablar con él… pero nunca le insinúes que puede jugarse vuestra relación… al menos por ahora.-Le sonreí como muestra de apoyo.
-Kim, ojalá encontraras a alguien.-Eso mismo decía yo. Al paso que iba era muy difícil… quizás Lori estaría dispuesto… aunque no me gustara… Me mordí el labio mientras miraba a Lori que reía con las bromas de Pau. Palpé mi bolsillo y me aseguré de tener el móvil. Sonreí. Pho y yo nos colocamos al lado de nuestros amigos. Me aseguré de ponerme en la derecha del todo, donde no tuviera acompañante derecho. Cogí el móvil disimulando y escribí un mensaje:
“Lori, esto… quiero hablar contigo”
Le di a enviar y miré a Lori mordiéndome el labio. Observé como arrugaba el ceño y sacaba de su pantalón su móvil rojizo. Tecleó varias veces para luego mirarme extrañado, luego miró la pantalla de su móvil y recibí un mensaje.
“¿De qué quieres hablar Kim?”
Sentí como me miraba mientras yo escribía el siguiente mensaje… cuando Pau saltó.
-¿¡Venís con Kim y conmigo a comprar ropa!?-Casi se me cayó el móvil del susto. Lori asintió rápido mientras le hacía una extraña señal a Cheba que también asintió sonriente. Pho negó con aquella tranquilidad que le caracterizaba y se marchó hacia el lado contrario.
“Lori… es algo… personal”
Con esto creí habérselo dicho claro… y acerté: Lori se mordió el labio eufórico mientras Cheba me miraba sonriendo.
Llegamos al centro comercial y Pau enloqueció. Miré a Lori para después acercarme a Pau.
-Mmm…-No sabía cómo empezar.-Esto… Pau… Voy a darle una oportunidad a Lori.-Pau me miró mientras sus ojos brillaban. Asintió y cogió del brazo a Cheba para llevárselo lejos. Reí hasta que me di cuenta de que Lori estaba detrás de mí… muy cerca… El corazón me latió con fuerza, pero sentía la ausencia de las hormiguitas en mi estómago. Sentí como mis mejillas cogían un color rojizo y contemplé a Lori: Su cabello castaño con una sencilla melenita, sus pantalones caídos repleto de bolsillos, su sudadera azul marino, sus ojos intensos y sus manos escondidas en los bolsillos de su pantalón vaquero. Tras unos instantes mostró su mano derecha para acariciarse su cabello.
-Me mandaste…
-Losé.-Le corté sin darme cuenta, obligándome a decirle algo.-Lori… yo… tú… me gustaría intentarlo contigo.-Ya estaba hecho, ya lo dije… sonrió eufórico mientras su mirada brillante me miraba lleno de alegría. Creí haberlo hecho bien, directa y rápidamente.
-En… ¿en serio?- Asentí lentamente. Me abrazó de improviso y me sobresalté. Se apartó un poco y se acercó a mi rostro. Sus labios se abrieron lentamente sin dejar de mirarme. Tenía el presentimiento de que sus labios me iban a derretir-¿mi primer beso?- me asusté un poco ya que nunca había besado a ningún chico pero decidí no aparentarlo-¿con él?-cerré los ojos dejándome llevar con la esperanza de que tras este beso las hormiguitas acudirían a mi estómago donde dormían sin ser conscientes de lo que me estaban haciendo sufrir-No lo quería…-Abrí los ojos de golpe cuando nuestros labios casi se rozaron. Me aparté bruscamente con los ojos abiertos de par en par.
-¿Qué he hecho?-Lori parecía asustado. Quería correr y alejarme de allí. No podía creer que le había hecho a Lori, había fingido que me gustaba y le había rechazado un beso… ¿estaba desesperada por tener novio?… miré a mi alrededor mientras una lágrima procuraba desaparecer tras los golpes de mis pestañas. Me mordí el labio nerviosa y temblando llena de rabia y odio por mí. Lori dio un paso y yo… no pude más, corrí con todas mis fuerzas lejos de allí.
-¡Kim!-Gritó Lori antes de salir corriendo en mi busca. Me tropecé con la gente sin quererlo pero con ganas de llegar a casa de cualquier manera. Lori era un chico atlético por lo que no me extrañaría que me alcanzara, pero no lo hizo.
Permanecía acurrucada en mi cama, con mi cojín en forma de corazón entre los brazos. Mis lágrimas habían bañado mi rostro. Mi móvil rosa sonaba sin pausa con muchísimos mensajes de Pau pero sobretodo de Lori. Lo miraba… miraba mi móvil con odio. Mis padres ya se habían acostado, eran las once de la noche y Lori aún insistía. De todos modos no podía dormir, tenía en la cabeza el enfado de Andreita, el rechazo a Lori… eran dos cosas que destrozaban mi vida… mis amigos eran de mi familia y a mi familia la amaba. Cogí el móvil y lo cerré. Necesitaba estar sola… el sonido del Messenger en mi portátil me sobresaltó… no me di cuenta pero lo dejé encendido. Dejé el cojín a un lado y me acerqué a la mesa de estudios donde se encontraba mi ordenador con la tapa casi cerrada. La levanté apartándome las lágrimas del rostro.
“Zack dice:
Hola”
Mi corazón latió con fuerza y todas las preocupaciones que inundaban mi mente se escondieron para dar paso a la esperanza de que algún día, Zack me amara. Le contesté rápido:
“Kim dice:
Hola, ¿Qué tal?”
“Zack dice:
¿Tienes el Messenger de Dino?”
La pregunta me cogió con la guardia baja. Pensé en que contestarle.
“Kim dice:
Si”
“Zack dice:
Dámelo”
“Kim dice:
Pídeselo a él”
“Zack dice:
Gracias por nada”
Se desconectó. Me quedé delante del ordenador unos minutos recapacitando en lo que escribí. Me mordí el labio y volví a acostarme en mi cama. De nuevo volvieron las preocupaciones…
Abrí los ojos de golpe mientras la luz del sol penetraba en mi cuarto. Me había quedado dormida. Miré mi despertador donde las manecillas apuntaban las once y media de la mañana. Se oían ruidos en la cocina. Era sábado… cogí mi móvil temblando debido al presentimiento de las innumerables llamadas y mensajes de Lori, Pau y Cheba. Sonreí y lo dejé de nuevo en mi mesita de noche.
Me preparé mi fabuloso café con tostadas y me senté en el salón junto con mis padres. Ambos desayunaban en el mismo sofá mientras las noticias mañaneras anunciaban los sucesos. Los saludé con un gesto y comencé a comer. Mi madre nos miró a los dos.
-¿Sabéis que hay nuevos vecinos?-Papá fue el que sonrió primero.
-¿Dónde?
-Es la casa de abajo… John, ¿no te acuerdas de la casa que vendía la señora Bendied?
-¿La francesa?-Mamá asintió.-La han comprado rápido, ¿y quiénes son?
-No se sus nombres pero se varias cosas: son un matrimonio con dos hijos, uno de ellos de la edad de Kim.-Seguramente sería al que Andreita se refería.-La mujer es ama de casa, cosa que se permite con un marido empresario.-Mi padre sonrió.
-Yo también lo soy.
-Sí pero él gana más que tu.-Mamá me miró.-Esta tarde se instalan, ¿vienes?
-Vale.
-A ti ni siquiera te lo pregunto.-Bufó mamá.
-Yo me voy de pesca con Mickel-El padre de Vicky.- y con Bratt.-El padre de… Zack. Sin darme cuenta suspiré. Llamaron al timbre y mis padres se miraron incrédulos para luego mirarme a mí.
-¿Esperas a alguien?
-No.-Me levanté y fui hasta la entrada. El timbre volvió a sonar. Abrí la puerta.-Lori…-Tenía el pelo más revuelto de lo habitual y su ropa estaba algo arrugada y mal puesta.
-Kim, por favor, dime que he hecho.-Abrí la boca para decir algo cuando mi padre me llamó.
-¡Kim, ¿Quién es?!
-¡Es Lori!-Le miré, le cogí de la mano y lo metí en mi casa. Cerré la puerta y aún sujetando su mano lo llevé a mi cuarto. Lori se sentó en el borde de mi cama mientras yo me apoyaba en la puerta.
-Kim…
-Tú no hiciste nada…-Me acordé de cuando éramos pequeños. Siempre íbamos a mi cuarto y hablábamos de los mayores, era el único amigo que mantenía desde la infancia ya que sus padres eran muy amigos de los míos.
-¿Entonces?
-Tú no te mereces lo que he hecho…-Lori me dejó hablar.-… yo solo te veo como amigo Lori… y te mentiría si te dijera que te quiero.-Lori bajó la cabeza.-Lo siento.-Me senté al lado de él intentando animarle.-Eres mi mejor amigo.-Apoyé mi cabeza en su hombro lentamente con miedo a que me rechazara… pero no fue así, se relajó aún más.
-Kim, te voy a dar un consejo como amigo… nunca hagas florecer una sonrisa diciendo te amo, para luego hacer caer una lágrima diciendo olvídame.-Se levantó y se marchó por la puerta. Me quedé sentada con un gran vacío en mi estómago.
Mamá y yo bajamos las escaleras lentamente. La comida había estado exquisita y la siesta aún más. Desde nuestra ventana vimos el coche de los nuevos vecinos, todos rubios. Mi madre estaba eufórica, le encantaba conocer gente nueva a los que contar su vida. Mamá tenía todo preparado, con tarta en mano bajaba las escaleras con ese estilismo que poseía entre euforia y orgullo. De la puerta de los nuevos vecinos salían y entraban hombres cargados de muebles y objetos pesados, todos muy bonitos, sonreí. Mamá se adelantó y se asomó por la puerta.
-¡Hola, soy Shana la vecina de arriba!
-¡Pasa!-Mamá sonrió y me dio la tarta sin mirarme. Entré detrás de mi madre. Era una mujer hermosa. Su cabello era cortito y dorado y su piel un tanto pálida. Sus ojos eran celestes cual gotita de lluvia y su cutis perfecto. Llevaba una camiseta y un pantalón sueltos al estilo hippie, pero a pesar de todo, era una mujer perfecta. La comparé unos momentos con mi madre, sonreí: las arrugas marcadas de mi madre no existían en el rostro de mi nueva vecina.
-Hola soy Shana y ésta es mi hija Kimberley.-La mujer perfecta me sonrió para luego invitarnos a entrar en su cocina. Mi madre se fue con ella mientras hablaban de la casa pero yo me quedé en el mismo sitio, quieta. Miré a mis lados observando las paredes color veis donde colgaba un cuadro de marco dorado y foto completamente blanca. Me giré instintivamente con la tarta en mano… cuando choqué con algo. Tiré la tarta sin darme cuenta al suelo. Miré al autor de tal osadía y lo único que encontré fue unos ojos azules oscuros y un pálido rostro de cabellos dorados. -Lo siento…-Enseguida el chico se agachó para recoger la tarta. No me podía mover… el joven llevaba una camiseta blanca del cual tres botones estaban desabrochados dejando ver un medallón grisáceo con forma de rayo. Sus pantalones eran largos y sueltos. Su melena rubia se movió por la suave brisa procedente de la puerta. Se levantó y me tendió la tarta.-Toma, lo siento, no te vi…-Me quedé totalmente inmóvil con los ojos clavados en los de él. Cuando me di cuenta estaba embobada como una tonta y él con una ceja alzada. Cerré los ojos mientras moví levemente mi rostro.
-Emm, vale…-Cogí la tarta de sus manos rápidamente y me mordí el labio. El joven sonrió… ¡y qué sonrisa!
-¿Quieres venir a mi cuarto? Bueno, mi futura habitación.-Sonreí como una tonta y dirigí mi mirada hacia el suelo hasta conseguir asentir.
Su “habitación” no era más que una estancia llena de cajas blancas con un logotipo horrible. Excepto una ventanita donde la brisa de Irlanda inundaba la habitación. El joven sacó de una de las cajas una maceta con una flor rara de un color rojizo.
-¿Te gustan las flores?-Me sobresalté.
-Bueno…
-¿Tienes alguna?-Miré al suelo.
-No.-Sonreí.- ¿Por qué quieres tener una planta en tu cuarto?
-Es muy significativo para mí.
-¿Por qué?- Me acerqué.
-Porque plantar una flor es creer en el mañana.-Mi sonrisa se prolongó.
-Eso es muy bonito.-Se giró y me sonrió… que sonrisa…
-Me llamo Nat… bueno soy Nathaniel pero me llaman así.
-Soy Kimberley pero me puedes llamar Kim. Y Bueno, soy tu vecina de arriba -Ambos nos sonreímos. Para cuando nos dimos cuenta estábamos mirándonos fijamente.
-Emm, ¿te apetece… algo?-Sonreí mientras él miraba hacia otro lado.-Quiero decir, ¿comer, beber… algo?
-No gracias.
-Ya…
-¿Vas al instituto St Ville’s?
-Si.-Contestó rápido.
-El lunes hay…
-No, el lunes aún estaremos de mudanza…
-¿Tres días?
-Sí.
-Pues espero no mudarme nunca.-Bufé.
-Ya…-Hubo un silencio inquieto.
-Kim.-Me llamó mamá por detrás.
-¿Si?
-Nos vamos.-Asentí y me giré a Nathaniel.
-Bueno, adiós.
-Adiós.-Me encogí de hombros tímidamente y me fui con mamá con la sensación de aquellos ojos azules clavados en mí.
Acabo de empezar a leerme tu historia, aunque la tenía pendiente de hace tiempo apuntada en favoritos xD parece que he acertado, ¡me gusta! :) me encanta Nat, aunque acabe de aparecer jaja Bueno, voy a seguir leyendo! Besos.
Vale, a lo mejor me estoy precipitando en mi juicio. Pero Nathaniel tiene un yo que sé de que sé yo, que me encanta... Uish!! Ha habido química. Es que Zack me parece un poco capullo. De momento es el típico cachas de clase engreído... pero la ha defendido delante del Zorr.... verbenero de Vivi. Sigo leyendo a ver qué pasa. Bisous.
ARG me encanta Nat *_____________________________* muy feo lo que le ha hecho Kim a Lory ¬¬ Sigo leyendoo! Me encanta :D